«Naturaleza, tranquilidad, comodidad y diseño»
Mi esposa y yo visitamos Monte Azul por primera vez en febrero y estábamos completamente encantados, es un verdadero refugio para el viajero que aprecia la naturaleza, el arte, la buena comida, el entorno tranquilo y el lujo soso. Nuestras comidas, con ingredientes cultivados localmente y hechos en casa, eran sofisticadas y deliciosas. La arquitectura se mezcla armoniosamente con el entorno natural inmediato y presenta obras de arte originales de artistas contemporáneos en residencia. Visitamos los senderos y nos adornaron con vistas de muchas especies de aves. También disfrutamos de una tropa de monos capuchinos ahuyentando a un tyra mientras desayunábamos. Hemos visitado Costa Rica seis veces en la última década, y Monte Azul está en la parte superior de nuestra lista de lugares que recomendaríamos a otros.