«La luna de miel costarricense más mágica posible»
Pasamos seis noches allí para nuestra luna de miel, y no podríamos haber elegido un lugar más perfecto para comenzar nuestra vida matrimonial juntos. En primer lugar, el ajuste y el acabado de las casitas y el restaurante son extraordinarios: desde el comedor parpadeando con velas en las mesas de buen gusto y hechas a mano hasta la cuadratura perfecta de los azulejos de la casita, este es un lugar hecho de una gran visión pero inversión en pequeños detalles… es casi como si un elegante hotel boutique de Palm Springs fuera transportado en avión a la selva.
No podríamos haber elegido un lugar mejor para nuestra luna de miel.