«¡Paz y soledad en un pedacito de cielo!»
Iban a ser nuestros últimos días en Costa Rica antes de regresar al Reino Unido. Queríamos un lugar que estuviera fuera de la pista turística habitual y que pudiera ofrecer algo diferente para completar nuestra experiencia en Costa Rica. ¡No íbamos a decepcionarnos! Si bien este hotel boutique (solo 4 casitas) no tiene algunas de las comodidades de otros hoteles de lujo, lo que sí tiene es un excelente restaurante, un servicio impecable, habitaciones tranquilas y privadas, cada una con su propia parte de los jardines. Situado en un valle al pie de Chirripó, con un impresionante río que fluye a través de los jardines, hay un montón de vida silvestre vegetal y animal para ver sin salir nunca de la propiedad.