«Amor, amigos y naturaleza… recuerdos eternos»
¿Qué podría ser más romántico que una cena a la luz de las velas en un hermoso jardín junto a tu ser querido? Esa fue la experiencia que S. y yo disfrutamos durante nuestra luna de miel, y fue una sorpresa cuidadosamente preparada por Monte Azul. Todos los detalles fueron perfectos: las antorchas y las velas parpadean en el jardín del restaurante, una deliciosa cena y el gran servicio de nuestro camarero personal. Todo eso mientras disfrutas del relajante sonido del río y de la música de la naturaleza que nos rodea.
Todo el personal de Monte Azul es muy amable y acogedor. Realmente apreciamos todos los hermosos detalles que prepararon para nosotros y nunca lo olvidaremos. ¡Gracias al personal y a los propietarios, Carlos y Randy, por un lugar tan especial para alojarse!